Matemáticas cotidianas

La institución Educativa de Calderas proporciona alimentos basados en el maíz producidos en la comunidad, dos veces a la semana. En el colegio se alimentan 200 personas, de ellos 2/4 son niños y otros 2/4 son niñas. Cada estudiante consume 2/4 de libra de maíz, es decir 250g, en la semana preparados de diversas formas, entonces, para alimentar a 200 niños durante un mes se requieren 16 arrobas de maíz. Es necesario saber esta cantidad en arrobas a cuántos gramos equivale.
Ahora bien, para conservar la política de autonomía alimentaria de la comunidad y aportar durante 9 meses a la institución educativa se requiere una producción permanente de maíz. Luego de un análisis productivo del maíz encontramos que 250 familias siembran en pequeñas proporciones de tierra y producen un promedio de 10 arrobas cada familia anualmente. Se quiere saber cuántas arrobas de maíz se produce en la comunidad y cuánto se proporciona para la alimentación de los estudiantes y más exactamente, cada familia cuanta producción asigna para la alimentación de sus hijos.
Además, se quiso saber en qué cantidad de terreno se producía el maíz. Encontramos que las familias trabajan en proporciones más bien reducidas, teniendo en cuenta el uso razonable de los recursos de la naturaleza y técnicas propias de siembra y cultivo. Los terrenos que poseen son de aprox. 20.000 m2 cada uno, de los cuales, los cultivos se establecen en una extensión de 150 m. de largo por otros 100 m. de ancho, terrenos que se requieren obligatoriamente para tal producción por familias. Pero muchas de las familias poseen terrenos de ladera que imposibilita la buena producción, entonces tienen que buscar espacios propicios para este cultivo. Un productor que tiene menos de lo indicado, pide ayuda y logra que la familia “X” le preste 100 m2, la familia “Y” otros 400 m2, la familia “Z” otros 700 m2, hasta lograr reunir la cantidad de m2 necesarios para la producción requerida, entonces qué extensión de tierra no es apto para el cultivo de maíz.