1.
Érase una vez una semilla que cayó entre las rocas y no podía salir. Se puso muy triste y dijo: - Nunca llegaré a ser una planta, sin tierra, sin agua y sin sol. Un pájaro oyó a la semilla y fue a ver a la madre tierra. - La semilla está atrapada entre las rocas y no puede salir. Entonces, la madre tierra llamó al sol y a la lluvia. Los tres juntos fueron donde la semilla y le dijeron: Abre tus hojitas al viento y al sol. Nacerá tu tallo una bella flor. La lluvia comenzó a caer. La semilla se hundió en la tierra fértil. Tomó la fuerza con el agua y el sol y empezó a germinar. Las hojas parecían dos ojitos verdes maravillados del mundo. El tallo siguió creciendo y creciendo... De pronto nació un capullo y luego brotó la flor: un círculo con pecas rodeado de pétalos amarillos. ¡Aquella flor tan hermosa era un girasol! (Isabel Freire de Matos) 1. ¿Dónde cayó la semilla?