Si se comprime un gas hasta la mitad de su volumen inicial, se duplica la presión.
Si un gas se mantiene a presión constante, el volumen es directamente proporcional a la temperatura
Si un gas se mantiene a volumen constante, la presión es directamente proporcional a la temperatura
Si un gas se mantiene a temperatura constante, su volumen es inversamente proporcional a la presión
Si se calienta un gas hasta una temperatura dos veces mayor que la inicial, la presión se duplica
Si se calienta un gas hasta una temperatura dos veces mayor que la inicial, el volumen se duplica