Disminuir consumo de sal.
estirarse al levantarse.
Caminar.
practicar respiración profunda.
Evitar embutidos
sentado, mover los pies en círculo.
abrir y cerrar las manos.
mover lentamente la cabeza.
Aumentar fibra natural.
Ingerir en mayor proporción agua.
Aumentar consumo de frutas y verduras.
Evitar alimentos con harinas y azúcar refinada.