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Fantasmas Por lo general en cada casa, además de una familia de personas, vive otra de fantasmas. Como soy el único de mi casa que todavía se asusta de los fantasmas, fui también el único en ser invitado a la fiesta que darán esta noche a las 12, en la sala, y a la que asistirán todos los vecinos fantasmagóricos. De tanto ver mis fantasmas vagar por los rincones durante las ma¬drugadas, he aprendido un montón de cosas sobre ellos. Las fantas¬mas pizpiretas usan sábanas plisadas y las más jóvenes prefieren llevar minisábanas. Si la sábana de un fantasma tiene remiendos o parches, pueden tener la certeza de que es muy viejo. A los fantasmas les en¬cantan las películas de misterio, el olor de los jazmines, las velas y las tormentas con relámpagos y truenos. Cuando están contentos, brin¬dan con copas de cristal fino lleno de burbujas y lo más extraño es que bailan al compás de una música que solo ellos escuchan. Las teclas del piano se mueven como enloquecidas, pero ningún sonido se oye en la casa. Si uno abraza