Alqama
entró
en
____________________
con
187
.
000
hombres
.
Pelayo
estaba
con
sus
compañeros
en
el
monte
Auseva
y
que
el
ejército
de
Alkama
llegó
hasta
él
y
alzó
innumerables
tiendas
frente
a
la
entrada
de
una
____________________
.
El
obispo
Oppas
subió
a
un
montículo
situado
frente
a
la
cueva
y
habló
así
a
____________________
:
«Pelayo
,
Pelayo
,
¿
dónde
estás
?
»
.
El
interpelado
se
asomó
a
una
ventana
y
respondió
:
«Aquí
estoy»
.
El
____________________
dijo
entonces
:
«Juzgo
,
hermano
e
hijo
,
que
no
se
te
oculta
cómo
hace
poco
se
hallaba
toda
España
unida
bajo
el
gobierno
de
los
____________________
y
brillaba
más
que
los
otros
países
por
su
doctrina
y
ciencia
,
y
que
,
sin
embargo
,
reunido
todo
el
ejército
de
los
godos
,
no
pudo
sostener
el
ímpetu
de
los
ismaelitas
,
¿
podrás
tú
defenderte
en
la
cima
de
este
____________________
?
Me
parece
difícil
.
Escucha
mi
consejo
:
vuelve
a
tu
acuerdo
,
gozarás
de
muchos
bienes
y
disfrutarás
de
la
amistad
de
los
____________________
.
Pelayo
respondió
entonces
:
«
¿
No
leíste
en
las
Sagradas
Escrituras
que
la
____________________
del
Señor
llegará
a
ser
como
el
grano
de
la
mostaza
y
de
nuevo
crecerá
por
la
misericordia
de
____________________
?
»
.
El
obispo
contestó
:
«Verdaderamente
,
así
está
escrito»
.
[
.
.
.
]
Tenemos
por
abogado
cerca
del
Padre
a
Nuestro
Señor
Jesucristo
,
que
puede
librarnos
de
estos
paganos
[
.
.
.
]
.
Alqama
mandó
entonces
comenzar
el
____________________
,
y
los
soldados
tomaron
las
armas
.
Se
levantaron
las
catapulas
,
se
prepararon
las
hondas
,
brillaron
las
espadas
,
se
encresparon
las
lanzas
e
incesantemente
se
lanzaron
saetas
.
Pero
al
punto
se
mostraron
las
magnificencias
del
Señor
:
las
piedras
que
salían
de
las
____________________
y
llegaban
a
la
casa
de
la
____________________
Santa
María
,
que
estaba
dentro
de
la
cueva
,
se
volvían
contra
los
que
las
disparaban
y
mataban
a
los
musulmanes
.
Y
como
a
Dios
no
le
hacen
falta
lanzas
,
sino
que
da
la
palma
de
la
____________________
a
quien
quiere
,
los
musulmanes
emprendieron
la
fuga
.
.
.