Entonces se hicieron muy amigos: - ¡A qué no me pillas, a que no me pillas,...! - ¡Qué voy, qué voy, buuu...!
Érase una vez una niña que se llamaba Leire. Un día se perdió en el bosque.
Y el fantasma le ayudó a Leire a encontrar su casa. El fantasma se quedó a vivir con Leire y así se acaba este cuento que encantada te lo cuento.
Entre las zarzas espinosas apareció una casa terrorífica. La niña entró asustada, subió las escaleras, bajaron murciélagos,... Leire aterrorizada siguió y siguió hasta llegar arriba. Vio un fantasma. Leire se asustó, pero el fantasma le dijo: - No te asustes que no te haré nada
- ¡Me he perdido en el bosque! ¡Dónde estará mi casa!