1
Identificar el problema cuya solución requiere de una decisión. Debe responderse a la pregunta de ¿Qué es lo que se desea conseguir en esa situación?
2
Valorar los aspectos positivos y negativos que cada alternativa puede tener, a corto y largo plazo, tanto para nosotros como para otras personas.
3
Con base en la evaluación que se realizó previamente, se escoge la alternativa que va a obtener mejores resultados para el problema, por lo general es aquella que tiene más ventajas que desventajas.
4
Una vez elegida una alternativa debe ponerse en práctica. Además debe evaluarse sus resultados, con lo que podremos cambiar aquellos aspectos de la situación que todavía no son satisfactorios y además podremos aprender de nuestra experiencia.
5
Idear distintas alternativas para enfrentar el problema. Es importante pensar en el mayor número de alternativas posibles
6
Analizar la situación en que se presenta el problema, así como las circunstancias que favorecen que este exista
