Revolución.
Capacidad de ejercer el poder.
Construcción de una nueva estructura social, política y económica.
Relevo de autoridades.
Violencia.
Crisis de la parte dominante.
Apoyo e intervención de gran parte de la población a la revolución.
De las facultades y fortalezas de los líderes revolucionarios depende la apropiada conducción de la revolución y el cumplimiento de sus objetivos.
Las acciones de una revolución culminan con la destitución de las autoridades del viejo orden.
Cambio radical y profundo que genera gran impacto en el orden social, político y económico.
La revolución se tiene que llevar a cabo por medio de la vía armada en la gran mayoría de los casos.
Los líderes de la revolución convocan al pueblo para obtener una mayor cantidad de personas que apoyen la causa.
Si una revolución triunfa se inicia una reforma en los aspectos económico, social y político.
El gobernante sufre el impacto de la revolución y la manifestación de los opositores cuya disconformidad con su administración se hace más que notable, conllevando un riesgo de perder el control dicho dirigente.