8.
"Ian, un niño de seis años, tenía un libro de ejercicios en el que su maestra había estampado algunas esferas de reloj y una ficha de trabajo que decía: "las ocho y media", "las once y media", etc. Para representar estos tiempos, el niño había dibujado en las esferas manecillas de la misma longitud. Sin embargo, Ian no tenía ni idea de qué hora era en aquel momento (alrededor de las diez de la mañana), y aunque sabía que la hora de almorzar era a las doce, cuando se le preguntó si era antes o después de almorzar no supo responder. Cuando la situación se analizó más cuidadosamente, comprendió lo que se le estaba preguntando, y dijo: ¡Ah, ya veo! ¡Va a ser la hora de almorzar!" (Denvir, Stolz y Brown, 1982.) Por lo expresado en el ejemplo, un niño de preescolar desarrolla la noción de tiempo más fácilmente, cuando en el preescolar se establecen relaciones entre: