El rol del tutor debe adaptarse de acuerdo a las modalidades de tutoría:
Según medina Rivilla (1998) el nuevo rol docente requiere
El tutor no debe ser la del experto transmisor de contenidos sino
En cuanto del diseño de materiales, el tutor debería proporcionar una variedad (actividades de comprensión , de consolidación y trasferencia, de reflexión y elaboración, de autoría y de construcción cooperativa)
Hay diferentes variables que un tutor debe tener en cuenta para promover un auténtico trabajo autónomo en los alumnos y éstas son:
La función orientadora
La función académica consiste en
La función de gestión consta de
un buen tutor debería ser empático, proactivo, buen anfitrión
presencial, e-learning, b-learning o mixta.
heterogeneidad del alumnado y diferencias culturales o contextuales entre ellos.
para no instalar una lógica mecanicista en la formación y que, por el contrario, sea una formación significativa.
atención y seguimiento de situaciones de estudio.
tener maestría comunicativa así como también experiencia didáctica.
asegurar que el curso se desarrolle en tiempo y forma y en las condiciones previstas,
según Lugo (2003), animador y vehiculizador de aprendizaje autónomo.
modera las interacciones de tipo personales para solucionar posibles problemas.
desarrollo de acciones creativas dónde el/ella orienta la reflexión de los alumnos y un impulso de liderazgo que promueva la cultura colaborativa.