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El aprovechamiento de la energía potencial acumulada en el agua para generar electricidad es una forma clásica de obtener energía.
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Tipo de energía que se extrae de yacimientos bajo la superficie de la Tierra y también procede de la descomposición y transformación de la materia orgánica.
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La energía que existe al interior de nuestro planeta se puede emplear para mover una turbina que esté conectada a un generador y, de este modo, producir energía eléctrica. No depende del sol.
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A partir de éste tipo de energía es posible producir combustibles para los motores, generar calor, energía eléctrica y movimiento.
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es un recurso que se considera renovable solo si se administra de manera adecuada, es decir, se emplea menos de la materia vegetal que se produce.
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Proviene de la descomposición y transformación de la materia orgánica, pero en particular aquella de origen vegetal. A partir de su combustión, es posible generar calor y energía eléctrica.
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A partir de él, es posible producir energía nuclear, la que se transforma finalmente en energía eléctrica. Es importante destacar que la energía nuclear, al igual que la geotérmica, no depende del sol.
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La energía cinética que procede del movimiento del aire se puede transformar en energía eléctrica mediante aerogeneradores.
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Gracias a este tipo de energía es posible producir energía térmica para calentar el agua y calefaccionar el interior de los hogares. Mediante celdas fotovoltaicas, se puede transformar la energía de un tipo a otra.
