No abusar de la sal.
Practicar ejercicio físico habitualmente.
Mantener una buena higiene corporal.
Hacer cinco comidas al día
Evitar lugares contaminados por humo o tabaco o productos químicos.
Evitar ambientes con mucho humo o sustancias tóxicas.
Taparse la boca y la nariz al toser o estornudar.
Respirar por la nariz.
Desayunar fuerte y hacer una cena ligera.
Comer despacio y masticar bien la comida.
Evitar cambios bruscos de temperatura para evitar resfriados.
Hacer deporte y utilizar prendas que permitan que la piel transpire y no se irrite.
Beber mucho líquido, sobretodo, agua.
Comer frutas, verduras, cereales, legumbres y pescado.
Tomar cinco raciones de fruta y verdura al día y beber bastante agua.
Ventilar la habitación para renovar el aire.
Ingerir menos grasas animales.
Lavar la fruta y verdura para evitar enfermedades.
Lavarse las manos antes de comer y cepillarse los dientes después de cada comida
Abrigarse y protegerse del frío.
No retener demasiado tiempo la orina.
