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Play Matching Pairs

Una persona se ha quemado la mano en el incendio de su vivienda al intentar rescatar a su mascota. Tiene ampollas.

Una persona ha quedado inconsciente en una explosión en el metro de Madrid, respira, tiene pulso y sangra mucho por el brazo.

Una trabajadora se ha caído desde un andamio mientras limpiaba los cristales de un edificio. Se ha roto dos vértebras.

Tu compañero de trabajo se ha atragantado y no para de toser.

Para la hemorragia: liberar la zona de la herida de ropas, para ponerla al descubierto. Cubrir inmediatamente la herida con un apósito, gasas, pañuelo, etc., comprimiendo de forma mantenida durante 5-10 minutos la zona lesionada. Si la hemorragia no se corta se presionará la arteria humeral. Además se tiene que aplicar la reanimación respiratoria.

En el caso de que esté consciente hay que animarlo a toser y nunca dar golpes en la espalda. Si no tose ni puede hablar, hay que ponerle de pie e inclinarle ligeramente hacia adelante dándole 5 palmadas en la espalda para que salga el objeto extraño. Si el objeto no sale, aplicar la maniobra de Heimlich.

En este caso, nos encontramos ante una quemadura de segundo grado. Se debe enfriar el miembro quemado con abundante agua y nunca reventar las ampollas. Después cubrir la zona con apósitos limpios.

Se debe dejar a la persona lesionada tumbada sobre su espalda, mantenerla caliente y esperar a que los servicios especializados la trasladen a un centro médico. Nunca mover ni incorporar ni sentar, pues se puede romper algún nervio, produciendo una parálisis desde el punto en que la médula está lesionada hacia abajo.