Se abstiene de formular juicios de cualquier clase que conciernan a la realidad objetiva y que rebasen los límites de la experiencia “pura” (o sea, subjetiva); estudia casos concretos como base para el descubrimiento de lo que es esencial y generalizable; es un método descriptivo, reflexivo y de exigente rigor científico, sus enunciados son válidos en un tiempo y en un espacio específicos, pero además tiene la validez universal de la vivencia individual, es decir, es universalmente aceptable que esa vivencia es así, para ese individuo.