En la capital del imperio carolingio, Aquisgrán, se estableció la escuela Palatina, con el fin de que se convirtiese en un gran centro cultural que difundiese conocimiento al imperio. Su promotor y figura destacada fue Alcuino de York
La creación de escuelas en centros religiosos debido a la capitular Admonitio Generalis, consiguió que se desarrollasen focos culturales en el imperio como el monasterio de San Martín de Tours
La escuela catedralicia de Metz consiguió gran relevancia debido a elaboraciones de miniaturas y al estudio del canto eclesiástico.
En la abadía de Corbie se difundía cultura a través del curriculum formado por el trívium y quadrivium difundido por la escuela Palatina hacia todo el imperio.
La abadía de Fleury, en cada escuela proporcionaba una determinada educación a la sociedad. El verdadero objetivo de Carlomagno era el orden social y mejorar las facultades para mejorar la administración
Otro centro de difusión cultural se encuentra en Pavía, donde se generalizó el transcripción de textos y manuscritos, lo que permitió reproducir obras clásicas.
Auxerre, gran centro de difusión cultural. Tras la muerte de Carlomagno la transmisión de conocimiento continuó por medio de las escuelas monásticas y catedralicias