Durante el día el Sol calienta el suelo hasta temperaturas alrededor de 60°C, lo que favorece que la escasa precipitación que cae se evapore rápidamente.
Durante la noche, por el contrario, el suelo irradia calor hacia el ambiente, lo que hace que su temperatura descienda en algunos casos hasta cerca de los 0°C.
se caracterizan por ser muy secos y calientes.
