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1. 
¡A sembrar! Quienes hemos crecido en las ciudades rara vez reflexionamos sobre el origen de los alimentos que comemos a diario. La magia (porque para mí sigue siendo mágico) que hace que crezcan plantas con frutos que nos alimentan es un misterio para muchos citadinos. La primera vez que vi en persona ese milagro fue cuando germinó y empezó a crecer una planta de chile habanero que planté, siendo semilla, en una pequeña matera que tenía. Mi escepticismo era total, pues pensaba que era imposible hacer crecer en la sala de mi casa algo que se pudiera comer. Pues bien, no es imposible y, por el contrario, la agricultura urbana (AU) puede ser a largo plazo una de las soluciones para suplir las necesidades alimenticias de las crecientes poblaciones en las ciudades. Esto no es una práctica nueva pero cada vez toma más fuerza ante la dificultad de encontrar productos limpios de agroquímicos y como llamado a garantizar la soberanía y seguridad alimentaria. Los habitantes de las ciudades cada vez más están desplazando al concreto por huertas-jardín interiores y exteriores que le apuestan a una nueva conciencia ambiental y de consumo que los devuelva a conectarse con la tierra que les da de comer. La AU funciona tanto en amplios espacios públicos como en pequeños espacios domésticos. Sí, como lo lee, en su casa podría tener, por ejemplo, una pequeña huerta de hortalizas y hierbas pues hay muchas alternativas innovadoras que tienen como hoja de ruta la construcción de sistemas sostenibles que trabajan con y no en contra de la naturaleza. Pero, además de esto, la AU ha permitido superar épocas de déficit de alimentos en muchos lugares del mundo. En Estados Unidos durante la Depresión de 1863-1867 el alcalde de Detroit recuperó zonas urbanas abandonadas y allí ofreció la posibilidad a las personas en paro de que cultivaran alimentos. Esta práctica conocida como los relief gardens fue repetida y reproducida en otros lugares durante la Gran Depresión de 1920. Lo mismo ocurrió durante las guerras mundiales con los llamados liberty and victory gardens que para 1943 producían el 40% de frutas y vegetales que consumían los estadounidenses. En Inglaterra los periodos de guerra en el siglo XX también hicieron florecer esta práctica. Los cottage gardens y la campaña dig for victory suplió a los ingleses de alimentos y convirtió los jardines públicos en huertos. Por su parte, en América Latina hay muchas experiencias exitosas. En la Habana, Cuba ante la caída de la Unión Soviética y la escases de alimentos, la AU se transformó en una prioridad. Según la FAO, 90000 habitantes de esa ciudad participan en actividades de AU y reportan que para 2013 en La Habana se produjo 6700 toneladas de comida para 300.000 personas. En El Alto, Bolivia la FAO y autoridades locales impulsaron un programa de huertas familiares con un impacto positivo en los sectores de más escasos recursos y ha logrado que los horticultores ahorren aproximadamente 60 dólares mensuales en la compra de comida y reciban alrededor de 15 por los excedentes de lo que pueden vender. En Belo Horizonte, Brasil a raíz del programa estatal “Hambre Cero” se han creado aproximadamente 185 huertos de hortalizas y 48 huertos frutícolas, sin contar los que existen en los colegios y centros de salud y servicios sociales. En esta ciudad, el impulso del programa de AU ha reducido de 50 a 30 millones el número de personas en inseguridad alimentaria de ese país. Estos pocos ejemplos muestran que los beneficios de la AU son innumerables. Entre las ventajas están la calidad de los alimentos, el cuidado del medio ambiente, la recuperación de áreas urbanas y el abastecimiento de alimentos, en muchos casos, para quienes carecen de ellos. También, vale resaltar, que apunta a redignificar en la ciudad las labores del campo, al reapropiar reivindicaciones campesinas de vieja data (como la producción sostenible) y construir puentes más sólidos entre campo y ciudad. Sin embargo, hay dos elementos fundamentales para el éxito de la AU. Uno, el apoyo institucional; una práctica que muestra evidencias contundentes respecto a la superación de la desnutrición y la inseguridad alimentaria debería ser tenida en cuenta de forma seria por las administraciones locales y por las autoridades nacionales, los ejemplos muestran la importancia del impulso institucional. Y dos, el compromiso individual es clave para impulsar esta práctica que, a mi juicio, no solo ofrece muchos beneficios, sino que es revolucionaria. Como dijo Ron Finley, “el jardinero guerrillero” de Los Ángeles: “la jardinería es el acto más terapéutico y desafiante que puedes hacer, especialmente en las ciudades, además obtienes fresas”, por eso ¡a sembrar! ¿Cuál es la tesis planteada por el autor?
A.
La agricultura urbana es costosa, pero tiene beneficios
B.
La agricultura urbana tiene muchos beneficios y es económica
C.
La agricultura urbana puede ayudar a personas sin recursos
D.
La agricultura urbana ya se ha desarrollado en otros países
2. 
Uno de los principales problemas de la agricultura urbana es:
A.
La falta de semillas
B.
La falta de espacios de cultivo
C.
La falta de apoyo estatal
D.
La falta de voluntad ciudadana
3. 
¿Por qué se menciona a USA en el texto?
A.
Por su trayectoria
B.
Como ejemplo de AU
C.
Para ampliar un argumento
D.
Ninguna de las anteriores
4. 
El texto es argumentativo ya que
A.
Presenta un hecho, un cúándo y un dónde.
B.
El autor tiene la intención de persuadir al lector.
C.
Establece un espacio, un problema y una solución.
D.
Ninguna de las anteriores.
5. 
¿Cuál es la principal estrategia que usa la autora para sustentar su tesis?
A.
Citar a autoridades en el tema
B.
Usar ejemplos
C.
Explicar por qué la AU es eficiente
D.
Todas las anteriores
6. 
¿Se podría implementar AU en tu barrio? Explica
7. 
Relee el siguiente párrafo y responde la pregunta que aparece al final. Por su parte, en América Latina hay muchas experiencias exitosas. En la Habana, Cuba ante la caída de la Unión Soviética y la escases de alimentos, la AU se transformó en una prioridad. Según la FAO, 90000 habitantes de esa ciudad participan en actividades de AU y reportan que para 2013 en La Habana se produjo 6700 toneladas de comida para 300.000 personas. En El Alto, Bolivia la FAO y autoridades locales impulsaron un programa de huertas familiares con un impacto positivo en los sectores de más escasos recursos y ha logrado que los horticultores ahorren aproximadamente 60 dólares mensuales en la compra de comida y reciban alrededor de 15 por los excedentes de lo que pueden vender. En Belo Horizonte, Brasil a raíz del programa estatal “Hambre Cero” se han creado aproximadamente 185 huertos de hortalizas y 48 huertos frutícolas, sin contar los que existen en los colegios y centros de salud y servicios sociales. En esta ciudad, el impulso del programa de AU ha reducido de 50 a 30 millones el número de personas en inseguridad alimentaria de ese país. Pregunta: ¿Cuál estrategia utiliza el autor en este párrafo para sustentar su tesis?
A.
Mencionar países en los que ha servido la AU
B.
Mencionar datos precisos (argumento estadístico) para apoyar su tesis
C.
Realizar comparaciones para determinar en qué países ha sido más efectiva la AU
D.
Explicar al lector lo beneficiosa que es la AU
8. 
El texto leído está organizado de la siguiente manera:
A.
Tema + Introducción + Conclusión
B.
Título + Argumentos + Tesis + Conclusión
C.
Tesis + Argumentos + Conclusión
D.
Introducción + Conclusión + Tesis
9. 
Lo que se puede deducir de la conclusión planteada por el autor es que:
A.
La AU no tiene muchas esperanzas de prosperar debido a la falta de espacios en las ciudades
B.
La AU, por ser tan reciente, no es tan beneficiosa
C.
La AU es muy importante para el desarrollo de la economía
D.
Para que la AU se consolide en una ciudad se requiere del apoyo Estatal y el compromiso de la comunidad