Es un instrumento musical de cuerda pulsada, compuesto de una caja de resonancia, un mástil sobre el que va adosado el diapasón o trastero —generalmente con un agujero acústico en el centro de la tapa (boca)—, y seis cuerdas.
Se toca con un arco, y el instrumento apoyado en el suelo y sujeto entre las piernas del violoncellista. Las partes de este, son las mismas que las del resto de instrumentos de cuerda frotada.
Sus cuerdas, las cuales están hechas de metal o de tripa enroscada con aluminio, plata o acero. El cuerpo posee una forma abombada, con silueta determinada por una curvatura superior e inferior con una apretura a la cintura en forma de C.
Es un instrumento de cuerdas paralelas, tensadas a la tabla armónica o caja de resonancia. Se toca pulsando las cuerdas con los dedos de ambas manos. También incorporan siete pedales para elevar uno o dos semitonos cada una de las notas correspondientes a las cuerdas.
Es un instrumento musical de cuerda frotada de tesitura grave. Suele tener cuatro cuerdas. El músico que toca se conoce como contrabajista.
Es un instrumento de cuerdas percutidas por martillos activados por teclas. La producción del sonido tiene lugar por medio del martillo que el mecanismo del teclado lanza contra las cuerdas.
