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Play Matching Pairs

Está centrada en el canal y apunta a establecer, prolongar o interrumpir la comunicación. Hay mensajes que sirven para cerciorarse de que el canal de comunicación funciona (por ejemplo, ¿Me escuchas?), para llamar la atención del interlocutor o confirmar si su atención se mantiene. Esta orientación hacia el canal o contacto puede manifestarse también a través de un intercambio de fórmulas ritualizadas con el fin de prolongar la comunicación (por ejemplo, «Como te venía diciendo...»).

Es la predominante en los mensajes corrientes, se centra en el referente y define las relaciones entre el mensaje y el objeto al que se refiere.

Está centrada en el emisor y manifiesta lo que este siente. Ha de proporcionar datos sobre, por ejemplo, los sentimientos, prejuicios o preferencias del emisor

Está centrada en el código: emisor y receptor reflexionan y hablan sobre el lenguaje mismo. Por ejemplo, qué significa tal o cual palabra.

Está centrada en el mensaje mismo. La atención del emisor se centra en el mensaje por el mensaje mismo (no por lo que se dice sino por cómo se lo dice). Está presente en la literatura y también en el lenguaje coloquial, corriente.

Está centrada en el receptor y su finalidad es llamar su atención por parte del emisor de modo de influenciarlo. Cuando el mensaje intenta influir en el destinatario para que responda de alguna manera.