En esta etapa se desarrolla de manera importante la autoestima y el autoconcepto (imagen que se tiene de uno mismo): con frecuencia el niño se compara con otros en cuanto a aspectos físicos o de capacidades.
se produce una mejora en la capacidad de manejar objetos, abrocharse los botones, dibujar, pintar y escribir.
Se va perfeccionando motricidad gruesa: subir y bajar escaleras, correr, saltar; con mayor velocidad y precisión.
Es capaz de centrar la atención en la tarea que realiza y mantenerla durante un tiempo a pesar de posibles distracciones.
El niño se inicia en las reglas y normas sociales, en su papel en un grupo social y en la construcción de su identidad personal y de género.
Niños y niñas hacen amistades del mismo género, los niños en relaciones más de tipo grupal y las niñas por parejas de igual afinidad.
Un aspecto de gran importancia en el desarrollo socioafectivo del niño es el papel del juego.
El niño va adquiriendo mayor capacidad para conocer y expresar verbalmente sus propias emociones
A medida que crecen y madura su corteza prefrontal, van adquiriendo más capacidad para regular su atención y controlar los impulsos.
Aprenden a respetar las normas, expresar sus pensamientos en grupo sin herir o enfrentarse a los demás, trabajar junto a otros y aceptar las directrices del líder.
El vocabulario sigue incrementándose y en torno a los 10 años son capaces de manejar unas 40.000 palabras.
Alrededor de los seis años el niño promedio conoce unas 13.000 palabras y demuestra un dominio gramatical amplio.
A los 10 años un niño pesa en torno a 30 kg y mide unos 135-140 cm.
Durante la niñez temprana, el niño aumenta 2 kg de peso y crece alrededor de 5 centímetros por año hasta llegar a unos 8-22 kg y 110- 120 cm.
A partir de los 6 años los niños son capaces de montar en bicicleta, patinar, nadar, saltar, jugar al fútbol, practicar gimnasia rítmica, etc.
Durante los años escolares aumenta el control sobre los procesos de la memoria.
