1
Manejar los problemas y conflictos de la vida diaria de forma flexible y creativa, identificando en ellos oportunidades de cambio y crecimiento personal y social.
2
Establecer y conservar relaciones interpersonales significativas, así como ser capaz de terminar aquellas que impiden el crecimiento personal.
3
Es la capacidad de expresar con claridad, y en forma apropiada el contexto y la cultura, lo que se siente, piensa o necesita.
4
Usar la razón y la “pasión” (emociones, sentimientos, intuición, fantasías e instintos, entre otros) para ver las cosas desde perspectivas diferentes, que permitan inventar, crear y emprender con originalidad.
5
Ser capaz de llegar a conclusiones propias sobre la realidad. La persona crítica se pregunta, investiga y no acepta las cosas en forma crédula.
6
Propone aprender a navegar en el mundo de las emociones y sentimientos, logrando mayor “sintonía” con el propio mundo afectivo y el de las demás personas.
7
Identificar oportunamente las fuentes de tensión y estrés en la vida cotidiana, y encontrar maneras para eliminarlas o contrarrestarlas de forma saludable.
8
Evaluar distintas alternativas, teniendo en cuenta necesidades, criterios y las consecuencias de las decisiones, no sólo en la vida propia sino también en la ajena.
9
Implica reconocer nuestro ser, carácter, fortalezas, debilidades, gustos y preferencias. Significa construir sentidos acerca de nosotros mismos.
10
Es la capacidad de “ponerse en el lugar” de la otra persona para comprenderla mejor y responder en forma solidaria, de acuerdo con las circunstancias.
