La lectura ayuda a desarrollar el espíritu crítico constructivo y racional, pues a través de ella se establecen las comparaciones y se llega a los juicios de valor.
Para esto, se centra en la interpretación de mensajes implícitos en él que permitan plantear inferencias o deducciones acerca de las ideas representativas localizadas en el texto.
Además, si se hace de manera continua y con la debida técnica, proporciona la actualización permanente y desarrolla un léxico y una terminología adecuados a las necesidades de expresión del conocimiento complementario.
Denominado también nivel de lectura descriptiva o literal; el objetivo de este nivel es dar cuenta de lo que dice el texto.
Sin duda, lo anterior equivale a poner en plena actividad la enciclopedia cultural o competencia intelectual del lector.
Esta lectura referencia valoraciones y juicios, elaborados tanto a partir del texto leído como de sus relaciones con otros textos; lo que necesariamente deberá conducirnos a la escritura de uno nuevo.
Este modelo es personal y único, por lo tanto, una segunda lectura a un mismo texto produce diferentes representaciones.
Este nivel de lectura pretende ampliar el análisis de un texto mediante la comprensión de la información que el mismo presenta.
Al leer se produce un fenómeno que los teóricos definen como el concepto de transacción, después que el lector selecciona la información, construye un modelo de situación sobre lo que el texto trata.
En otras palabras, se trata simplemente de reproducir la información que el texto nos suministra de manera explícita y directa; de identificar frases y palabras que operan como claves temáticas.
