Va a ser un sueño para mi enfrentarme a la montaña de Aconcagua que es la más alta de Sudamérica.
¿Por qué no podemos hacer también las mujeres? ¿Por qué no podemos ir a escalar?
Te sientes como si estuvieras volando encima de las nubes.
Confiamos en ti, vas a llegar.
Yo misma ya me siento libre de poder hacer lo que yo quiero.
Con 70 y 80 km en su cumbre, es imposible.
Solo Dios sabe por qué ha llegado esta oportunidad y yo no tengo que desperdiciar.
A nosotras nos discriminaban, no, por ser Aimaras, indígenas, no.
La mujer siempre tiene que estar cocinando, lavando.
Yo decía ¿por qué? Y siempre yo tenía esa curiosidad de poder ir a la cumbre, hacer cima.
Ya no te voy a poder llamar, chao.