Fabio Ariza, paciente de 68 años. Es traído por su familia a consulta por pérdida progresiva de la memoria desde hace 5 años. Su hija refiere que ha notado dificultad progresiva en las actividades cotidianas, asociada a cambio en el ciclo sueño-vigilia: “en el día duerme mucho y en la noche se queja y deambula frecuentemente”. Al examen mental, se evidencia desorientación en tiempo y espacio y alteraciones del lenguaje
Ana Franco, paciente de 80 años. Se encuentra hospitalizada hace aproximadamente 20 días en el contexto de una infección urinaria que requirió colocación de sonda vesical hasta el momento actual. No se habían presentado alteraciones hasta el día de hoy… Se solicita interconsulta a psiquiatría porque el personal de enfermería identificó hipoprosexia y desorientación temporo-espacial. Adicionalmente, el médico de turno refiere que la paciente le insiste en que le dé egreso porque el personal de salud “quiere secuestrarla”.
María Fuentes, paciente de 75 años. Es traída por su hermana por cuadro clínico de aproximadamente 3 meses que consiste en estado de ánimo depresivo casi todos los días asociado a alteración de campos visuales (“se enreda y se cae con todo”) con posterior aparición de insomnio, llanto, tristeza, pérdida del apetito, ideas persecutorias y alucinaciones.
