La llama que late en su pecho
Ojos de cristal.
Me iluminó con sus consejos
La fila, un extenso río humano.
El azote del aire.
Las palabras, guantes grises.
Soles, no ojos.
Suave melodía.
No es el infierno, es la calle.
Áspero ruido
Su dolor todavía no ha cicatrizado
flecha alada.