Habiendo encontrado una perla de gran valor, se va, vende todo lo que posee y la compra.
...los pájaros del aire vinieron y se la comieron.
Me acabo de casar, así que no puedo ir.
Una mujer toma un poco y lo pone en tres medidas de harina.
Si no puede hacerlo, cuando el enemigo aún está lejos, envía embajadores para pedir la paz.
Los ángeles vendrán y separarán a los malvados de los justos, y los echarán en el horno de fuego.
¡Padre! Dame la parte de la propiedad que debería ser mía.
Yo soy la puerta. El que entre por mí se salvará.Yo soy la puerta. El que entre por mí se salvará.
Dios mío, te agradezco que no soy como los demás hombres...
...la tierra primero produce hierba, luego una espiga de maíz...
¿No se me permite hacer lo que quiero, o no te gusta que sea bueno?
Si el siervo se dice a sí mismo: "Mi amo tarda en llegar", y comienza a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y emborracharse...
Construiré otros más grandes, y recogeré todos mis productos y todos mis bienes.
El hombre que lo encuentra, lo esconde y, contento con su hallazgo, se va, vende todo lo que posee.
Su enemigo vino y sembró cizaña entre el trigo.
Dichosos los siervos a los que el amo, cuando vuelva, encuentre vigilando así.
...yacía en su puerta, cubierto de úlceras. Codiciaba, para saciar su hambre, las migajas que caían de la mesa...
¿Trabajar la tierra? Soy incapaz de hacerlo; ¿mendigar? Me avergonzaría...
Cuida bien de este hombre, y lo que gastes en él te lo devolveré cuando vuelva.
Así que voy a hacer justicia, para que no recurra a la violencia.
Tengan paciencia conmigo y se lo devolveré todo.
Extiende tanto sus ramas que los pájaros del aire vienen a posarse y descansar bajo su sombra.
Alguien le preguntó: "Señor, ¿sólo se salvarán unos pocos?
...no dejará a los otros noventa y nueve en el desierto...
Vino a buscar fruta y no la encontró.
Un hombre de gran nacimiento se fue a un país lejano, para tomar posesión de un reino.
Si se le informara de la hora en que iba a venir el ladrón, seguro que vigilaría y no dejaría que entraran en su casa.
La puerta estrecha
El Buen Pastor
La semilla
El rey guerrero
El rico insensato
Las minas
El fiel administrador
El grano de mostaza
El buen samaritano
El ecónomo infiel
El trigo y la paja
La red llena de peces
El tesoro escondido
La oveja perdida
La preciosa perla
El sembrador
El fariseo y el publicano
Lázaro y el pobre rico
El deudor insolvente
Levadura
El hombre de familia vigilante
La higuera estéril
El hijo pródigo
Los trabajadores de la viña
El juez injusto y la viuda
Invitados que se disculpan
Los sirvientes vigilantes