El hombre que lo encuentra, lo esconde y, contento con su hallazgo, se va, vende todo lo que posee.
Me acabo de casar, así que no puedo ir.
¿Trabajar la tierra? Soy incapaz de hacerlo; ¿mendigar? Me avergonzaría...
Si el siervo se dice a sí mismo: "Mi amo tarda en llegar", y comienza a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y emborracharse...
¿No se me permite hacer lo que quiero, o no te gusta que sea bueno?
Vino a buscar fruta y no la encontró.
Los ángeles vendrán y separarán a los malvados de los justos, y los echarán en el horno de fuego.
Tengan paciencia conmigo y se lo devolveré todo.
Cuida bien de este hombre, y lo que gastes en él te lo devolveré cuando vuelva.
Dios mío, te agradezco que no soy como los demás hombres...
...no dejará a los otros noventa y nueve en el desierto...
Extiende tanto sus ramas que los pájaros del aire vienen a posarse y descansar bajo su sombra.
Yo soy la puerta. El que entre por mí se salvará.Yo soy la puerta. El que entre por mí se salvará.
Así que voy a hacer justicia, para que no recurra a la violencia.
Alguien le preguntó: "Señor, ¿sólo se salvarán unos pocos?
...los pájaros del aire vinieron y se la comieron.
...la tierra primero produce hierba, luego una espiga de maíz...
Una mujer toma un poco y lo pone en tres medidas de harina.
Habiendo encontrado una perla de gran valor, se va, vende todo lo que posee y la compra.
Si no puede hacerlo, cuando el enemigo aún está lejos, envía embajadores para pedir la paz.
Un hombre de gran nacimiento se fue a un país lejano, para tomar posesión de un reino.
...yacía en su puerta, cubierto de úlceras. Codiciaba, para saciar su hambre, las migajas que caían de la mesa...
Construiré otros más grandes, y recogeré todos mis productos y todos mis bienes.
¡Padre! Dame la parte de la propiedad que debería ser mía.
Dichosos los siervos a los que el amo, cuando vuelva, encuentre vigilando así.
Su enemigo vino y sembró cizaña entre el trigo.
Si se le informara de la hora en que iba a venir el ladrón, seguro que vigilaría y no dejaría que entraran en su casa.
El deudor insolvente
El rey guerrero
El ecónomo infiel
Invitados que se disculpan
Los trabajadores de la viña
El hombre de familia vigilante
La red llena de peces
La higuera estéril
El juez injusto y la viuda
Los sirvientes vigilantes
El rico insensato
El fiel administrador
El grano de mostaza
Lázaro y el pobre rico
La puerta estrecha
Las minas
La preciosa perla
El Buen Pastor
El buen samaritano
La oveja perdida
El trigo y la paja
El sembrador
El hijo pródigo
El fariseo y el publicano
Levadura
La semilla
El tesoro escondido