1
los demonios no tiemblan frente los gritos o una personalidad, sino al nombre de Jesús, que representa lo mismo en el cielo y la tierra.
2
Es la forma que Dios utiliza para obligarnos a ser una persona de oración
3
Mientras no estemos dispuestos a llevar a la presencia de Dios muy concretamente y con perseverancia no obtendremos.
4
Estuvieron sirviendo a Jesús en sus 40 días de ayuno y tiempo de batalla espiritual.
5
Constituye uno de los medio smás poderoso que tenemos los hijos de Dios, para vencer al diablo y a sus huestes celestiales.
6
Dios prometió una bendición especial cuando oramos de esta manera.
7
Cuando comprendemos que nuestra lucha no es contra sangre ni carne, entonces dejamos de usarla para resolver las cosas.
8
Cada creyente tiene dos naturalezas, es el espíritu renacido del espíritu Santo y la otra es la que no quiere cumplir con la voluntad de Dios.