1
Dios posee los atributos propios de la personalidad; que tiene inteligencia, sentimientos y voluntad, cualidades que sólo corresponden a la persona.
2
Es la palabra de Dios, inspirada divinamente y por lo tanto la única regla de nuestra fe, y en ella debe ajustarse nuestra vida.
3
Entendemos la salvación como el estado de liberación espiritual y de gracia y perdón al que somos conducidos por el Dios único, cuando por medio de la fe en el Señor Jesucristo, somos aceptados en Él y hechos hijos de Dios.
4
Creemos en la santificación posicional que comienza desde que el ser humano cree en Cristo Jesús y es regenerado por el Espíritu Santo. Creemos también en la santificación progresiva porque el creyente debe seguir la santidad.
5
Es el acto del Señor Jesucristo por el cual los creyentes somos investidos con el poder desde lo alto. Llenándonos de su plenitud y concediéndonos la facultad de hablar en otras lenguas.
6
Creemos que el Señor Jesucristo es el sanador de nuestros cuerpos mortales cuando estamos enfermos.
7
Es una necesidad absoluta para que el plan de Dios llegue a su consumación.
8
Todos los creyentes seremos transformados y hechos inmortales. Por toda la eternidad tendremos un cuerpo glorificado e inmortal de acuerdo con la poderosa obra redentora de Cristo el Señor.