La profundización en el tema del ensayo argumentativo nos lleva a entender sus elementos esenciales, su estructura y el proceso de construcción de un argumento sólido. Un ensayo argumentativo busca persuadir al lector de una posición o idea mediante una serie de razones y evidencias que sustentan la postura del autor. A continuación, detallo los puntos más importantes en la construcción de este tipo de ensayo:

Elección del tema: El tema debe ser relevante, interesante y debatible, permitiendo que se presenten diferentes puntos de vista. Elegir un tema sobre el cual ya se tenga algo de conocimiento facilita la argumentación, pero también es esencial investigar para fundamentar cada idea.

Estructura del ensayo:

Introducción: Presenta el tema, ofrece un contexto básico y expone la tesis (idea principal o postura). La tesis debe ser clara, concisa y debatible.
Cuerpo del ensayo: Cada párrafo se organiza en torno a un argumento o subtema relacionado con la tesis. Se presentan evidencias, ejemplos y citas que sustentan cada punto. La coherencia entre párrafos es clave para que el lector siga el hilo argumentativo.
Contrargumentos: En un ensayo argumentativo sólido, se presentan puntos de vista opuestos y se los refuta. Esto muestra que el autor ha considerado otras perspectivas y fortalece su postura.
Conclusión: Resume los argumentos y reafirma la tesis, dejando al lector con una reflexión o un llamado a la acción, según el propósito del ensayo.
Uso de evidencias: Las afirmaciones deben respaldarse con datos, estudios, citas de expertos, ejemplos concretos o estadísticas. La evidencia no solo apoya la tesis, sino que aumenta la credibilidad del ensayo.

Estilo y tono: Un ensayo argumentativo debe ser claro y formal, evitando ambigüedades y coloquialismos. Se debe ser objetivo, aunque la argumentación pueda estar impregnada de la voz personal del autor.

Revisión: Es fundamental revisar y editar el ensayo para asegurar que esté libre de errores gramaticales y que las ideas estén claramente expresadas. También se puede verificar que la argumentación sea sólida y que no existan lagunas lógicas.

Un ensayo argumentativo, entonces, es una herramienta poderosa para exponer y defender ideas en profundidad, permitiendo al autor organizar sus pensamientos de forma lógica y convincente.