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Un pequeño pastorcito estaba al cargo de un rebaño de ovejas pero su trabajo le aburría mucho y un buen día decidió gastar una broma a todos los aldeanos de su pueblo y comenzó a dar voces gritando: ¡que viene el lobo, que viene el lobo feroz!, ¡que viene el lobo y quiere robar las ovejas!…
No pasaron ni dos minutos y prácticamente todos los aldeanos acudieron a donde estaba el pastorcito y éste comenzó a reír a carcajadas. Los aldeanos se dieron cuenta de que era una broma de mal gusto y muy enfadados volvieron unos a sus casas y otros a sus trabajos.
Pero, al día siguiente, a media tarde, el pastorcito volvió a aburrirse y repitió la broma. Esta vez no pasó ni un minuto hasta que llega dos aldeanos, todos muy preocupados por si el lobo se había comido alguna oveja. Esta vez todos gritaron a pastorcito que la broma no tenía ninguna gracia, pero a él le daba igual, reía sin parar. Y una vez más, todos volvieron a sus quehaceres.
Sin embargo, al día siguiente, si que apareció el lobo y, además, tenía mucha hambre. El pastorcito gritó con todas sus fuerzas en auxilio porque el lobos estaba llevando a todas las ovejas. Los aldeanos oyeron las voces pero hicieron caso omiso, pues pensaron que era un mentiroso y que ya les había tomado el pelo dos días seguidos.
Ante el lobo feroz poco tenía que hacer pastorcito, así que se escondió detrás de un árbol y vio como el lobo le robaba todas las ovejas de su rebaño.
Aquel día el pastorcito perdió todas las ovejas pero aprendió una gran lección, a los mentirosos nadie les cree.
El pastorcito tuvo que trabajar muy duro los siguientes meses, cortando leña del bosque para poder pagar las ovejas robadas y, por supuesto, no volvió a decir mentiras.
1
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broma
aprendió
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mentiras
trabajar
comido
rebaño
Un
pequeño
pastorcito
estaba
al
cargo
de
un
de
ovejas
pero
su
trabajo
le
aburría
mucho
y
un
buen
día
decidió
gastar
una
a
todos
los
aldeanos
de
su
pueblo
y
comenzó
a
dar
voces
gritando
:
¡
que
viene
el
lobo
,
que
viene
el
lobo
feroz
!
,
¡
que
viene
el
lobo
y
quiere
robar
las
ovejas
!
?
No
pasaron
ni
dos
minutos
y
prácticamente
todos
los
aldeanos
acudieron
a
donde
estaba
el
pastorcito
y
éste
comenzó
a
a
carcajadas
.
Los
aldeanos
se
dieron
cuenta
de
que
era
una
broma
de
mal
gusto
y
muy
enfadados
volvieron
unos
a
sus
casas
y
otros
a
sus
trabajos
.
Pero
,
al
día
siguiente
,
a
media
tarde
,
el
volvió
a
aburrirse
y
repitió
la
broma
.
Esta
vez
no
pasó
ni
un
minuto
hasta
que
llega
dos
aldeanos
,
todos
muy
preocupados
por
si
el
lobo
se
había
alguna
oveja
.
Esta
vez
todos
gritaron
a
pastorcito
que
la
broma
no
tenía
ninguna
gracia
,
pero
a
él
le
daba
igual
,
reía
sin
parar
.
Y
una
vez
más
,
todos
volvieron
a
sus
quehaceres
.
Sin
embargo
,
al
día
siguiente
,
si
que
apareció
el
lobo
y
,
además
,
tenía
mucha
hambre
.
El
pastorcito
gritó
con
todas
sus
fuerzas
en
auxilio
porque
el
lobos
estaba
llevando
a
todas
las
.
Los
aldeanos
oyeron
las
voces
pero
hicieron
caso
omiso
,
pues
pensaron
que
era
un
y
que
ya
les
había
tomado
el
pelo
dos
días
seguidos
.
Ante
el
lobo
feroz
poco
tenía
que
hacer
pastorcito
,
así
que
se
escondió
detrás
de
un
árbol
y
vio
como
el
lobo
le
robaba
todas
las
ovejas
de
su
.
Aquel
día
el
pastorcito
perdió
todas
las
ovejas
pero
una
gran
lección
,
a
los
mentirosos
nadie
les
cree
.
El
pastorcito
tuvo
que
muy
duro
los
siguientes
meses
,
cortando
leña
del
bosque
para
poder
pagar
las
ovejas
robadas
y
,
por
supuesto
,
no
volvió
a
decir
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