Matching Pairs Secuencia del libro: La noche del elefante de Gustavo Roldán.Online version Uní la imagen con el momento del cuento que representa. by San José de Flores Vicaría Episcopal de Educación 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 ENTONCES LO LLEVARON AL CIRCO CON OTROS ANIMALES Y CON OTROS ELEFANTES. DURANTE MUCHOS AÑOS SIGUIÓ APRENDIENDO Y OLVIDANDO, HASTA QUE UN DÍA CASI ESTUVO CONVENCIDO DE HABER NACIDO EN EL CIRCO. EL CIRCO LLEGÓ AL PUEBLO, Y CON EL CIRCO LLEGÓ EL ELEFANTE. -¡ESTOY PODRIDO!- FUE LO ÚNICO QUE SE LE OYÓ DECIR AL ELEFANTE. EL ELEFANTE DESPERTÓ A LA ELEFANTA Y LE CONTÓ SUS PLANES. ELLA PRIMERO DIJO QUE NO, QUE ESTABA LOCO, QUE QUÉ IBAN A HACER EN UN MUNDO DESCONOCIDO. PERO DESPUÉS LE DIJO QUE SÍ, QUE QUERÍA IRSE EN ESE MISMO MOMENTO. Y SE INTERNARON EN EL MONTE, Y CAMINARON SIN DESCANSAR. DÍAS Y NOCHES CAMINARON, ENCONTRANDO CADA VEZ MÁS ÁRBOLES, Y ÁRBOLES CADA VEZ MÁS GRANDES. EL AGUA COMENZÓ A CAER Y LOS ELEFANTES SENTÍAN QUE LOS LAVABA Y REFRESCABA, QUE LES SACABA EL RECUERDO DE LAS JAULAS Y DE LAS CADENAS Y GRITARON DE NUEVO. HASTA QUE SE ACABÓ LA LLUVIA. ERAN ELEFANTES NUEVOS. LA RUTINA SIGUIÓ. LEVANTARON LA CARPA, ACOMODARON LAS JAULAS DE LAS FIERAS, Y PREPARARON UN DESFILE POR LAS CALLES PARA QUE A TODO EL PUEBLO LE DIERA GANAS DE IR A VER LAS MARAVILLAS DEL CIRCO MÁS HERMOSO. NADIE SABÍA QUE MIENTRAS EL TREN IBA RECORRIENDO LOS CAMINOS DEL CHACO, EL ELEFANTE SE HABÍA PUESTO A OLER. OLIENDO LOS ÁRBOLES Y MIRANDO LOS PÁJAROS,RECORDÓ SU INFANCIA Y TODO LO QUE HACÍA CUANDO ERA LIBRE. ENCONTRARON ESPACIOS ABIERTOS PARA CORRER Y LARGAS NOCHES BAJO LAS ESTRELLAS. PROBARON DISTINTOS PASTOS Y LAS HOJAS DE DISTINTOS ÁRBOLES, Y FUERON DESCUBRIENDO SABORES DULCES Y AMARGOS Y FUERON ELIGIENDO, PORQUE TENÍAN PARA ELEGIR. DESPUÉS PASÓ A OTRAS MANOS QUE LO CUIDARON MUCHO MEJOR. NUNCA LE FALTÓ AGUA NI COMIDA, PERO SIEMPRE CON UNA GRUESA CADENA ATADA A LA PATA. SE ENCAMINARON HACIA UN LUGAR DEL MONTE IMPENETRABLE LEJOS DE LAS CIUDADES Y DEL HOMBRE. Y AHÍ SE QUEDARON, EN EL MONTE CHAQUEÑO. NADIE VOLVIÓ A VERLOS NUNCA. NUNCA INTENTARON VOLVER. TAMBIÉN SE ACORDÓ DEL MIEDO. ÉL NO SABÍA QUE LOS CAZADORES TENÍAN DARDOS CON VENENOS PARA HACERLO DORMIR Y JAULAS DE HIERRO CAPACES DE AGUANTAR SU PESO.
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