1
Modo de ser y de comportarse de una persona, que se adquiere, se forma y se forja a través de los actos humanos.
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Son disposiciones estables, perfecciones habituales de la persona, actitudes permanentes para hacer el bien guiadas por la razón.
3
Se identifican dos clases de actos: actos humanos y actos del hombre, ambos ejecutados por la misma persona, pero que defieren en algo.
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Juicio que hace nuestra propia razón por el cual reconocemos la calidad moral de nuestros actos. La conciencia es la verdadera voz interior, el verdadero juez que juzga nuestras acciones.
5
Es la valoración moral de un acto o de un comportamiento desde donde se demuestra la aceptación de normas que se consideran como más adecuadas y obligatorias.
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Etimológicamente viene del latín con y scire saber darse cuenta de algo, de las cosas y de sí mismo.
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Es la disposición de asegurar la firmeza y la constancia en la búsqueda del bien a pesar de las dificultades.
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Es la capacidad de conocer, discernir y elegir los medios más adecuados para hacer el bien.
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Es la capacidad de moderar la atracción de los placeres y de procurar el equilibrio en el uso de los bienes.
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Capacidad de elegir entre el bien y el mal responsablemente, de asumir el rumbo de la propia vida, de auto-determinarse, acorde con su conciencia.
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Es la constante y firme voluntad de dar a cada quien lo que le corresponde
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Es la capacidad de los seres humanos que nos mueve a hacer cosas de manera intencionada, por encima de las dificultades, contratiempos y el estado de ánimo.
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La repetición de actos en el mismo sentido, genera una disposición permanente a actuar de determinada manera y se le llama hábito, actitud, costumbre.