A muchas de las personas que podrían ser clasificadas como egocéntricas no se las puede catalogar como aquellas que padecen una patología o trastorno mental, debido a que es únicamente una forma de actuar en muchos casos. Pero es una señal de alerta, cuando esta actitud se intensifica y su duración es más frecuente de lo normal, y empieza a deteriorar todas las interacciones con familiares, amigos y compañeros de trabajo, generando un “rechazo” generalizado a partir de su manera de comunicarse y actitud con los demás, y podría pensarse en un dañino egocentrismo que se transformó en un Narcisismo.