Las fresas o frutilla aportan pocas calorías, abundante vitamina C y antioxidantes, los cuáles contrarrestan el envejecimiento y el efecto dañino de sustancias que pueden favorecer el desarrollo de cáncer. La producción en el cuerpo de esas sustancias aumenta con el ejercicio físico intenso, la contaminación ambiental, el tabaquismo, las infecciones, estrés, dietas ricas en grasas y sobreexposición al sol.
La vitamina C es un potente antioxidante, al igual que la vitamina E y los flavonoides presentes en las fresas. La vitamina C interviene en la formación de huesos, dientes y glóbulos rojos. Asimismo, las fresas tienen elevado contenido de potasio y son bajas en sodio. Al igual que con la vitamina C, aportan ácido cítrico, ácido salicílico, ácido málico y oxálico y en menor proporción vitamina E.