para conseguir que alguien se convierta en experto pensador crítico es importante que posea o haya adquirido una serie de habilidades fundamentales para el desarrollo de dicho pensamiento. Entre ellas se encuentra, por ejemplo, la capacidad para interpretar tanto ideas como situaciones o datos de diversa índole.
No obstante, no es la única cualidad vital. Asimismo, también debe poseer una perfecta habilidad tanto para lo que es proceder al análisis de lo que tiene ante sí como para evaluar diversos parámetros, entre los que se encuentran las intenciones del autor o fuente pues sólo de esa manera se sabrá si se le otorga o le resta credibilidad.
A las cualidades citadas habría que añadir, de la misma forma, la necesidad de que pueda evaluar y analizar las interferencias que se pueden producir y la habilidad para explicar los argumentos que son fundamentales en sus conclusiones. Y todo ello sin olvidar la propia capacidad del pensador de autoanalizarse y examinarse a sí mismo como un método de enriquecimiento.