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era la técnica más utilizada. La sal era un producto a su alcance y muy rentable en lo referente a la conservación. Para su posterior utilización, era necesario desalar convenientemente (con leche y agua). Se utilizaba con las carnes y pescados.
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Ácido creado por la fermentación del vino, evitaba el crecimiento bacteriano. Con el se cubrían los alimentos escogidos a conservar, carnes, pescados, o legumbres, que podían ser frescos o estar cocidos o fritos.
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Se ponía un alimento en contacto con el humo que adquiría un sabor peculiar. Para ello se utilizaban ahumaderos especiales. Empleado para carnes y pescados.
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está técnica de sumergir un producto en agua con sal y otros condimentos se empleaba para las carnes, pescados, legumbres y aceitunas.
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Esta podía ser alcohólica: el vino y la cerveza; láctea: el yogurt y los quesos.
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Este proceso se realizaba, principalmente, en invierno. Era importante que las piezas conservadas con este producto no se rozaran entre ellas.
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técnica permitía eliminar el agua del producto, conservarlo a temperatura ambiente y utilizarlo con facilidad. Se empleaba para las frutas, principalmente.
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(si podía ser de lluvia, mejor) durante unos minutos sobre todo para frutas y legumbres. Se colocaban en un recipiente que se sellaba tapándolo con pez y colgándolo al aire en lugar fresco.
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técnica empleada para conservar las frutas.
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en un recipiente perfectamente cerrado, que contenía el alimento a conservar. Su tapadera se enyesaba o se cubría con pez negra
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