Como cualquier intervención médica, las vacunas pueden tener efectos secundarios, aunque son generalmente leves:
- Reacciones locales: Dolor o hinchazón en el lugar de la inyección.
- Reacciones sistémicas: Fiebre baja o malestar general.
- Reacciones graves: Muy raras, pero pueden incluir reacciones alérgicas.