Nuestros ojos son, en esencia, dos lentes que filtran, enfocan y tamizan la luz en su paso desde el exterior hasta nuestras retinas. Ahí, las ondas de luz excitan una serie de células llamadas conos y bastones que recogen la información y la transmiten al cerebro.
Un ojo normal, en reposo, está enfocado para ver de lejos. Cuando nos ponemos una pantalla delante, ya sea de un PC o de un teléfono, el ojo tiene que hacer un esfuerzo para mantener el enfoque de cerca durante mucho tiempo. Ese esfuerzo puede dar lugar a lo que se conoce como astenopia, o fatiga, del ojo.