Durante la segunda guerra mundial (1947) se desarrollo una imponente computadora en la universidad de Pennsylvania, bautizada con el nombre de ENIAC (Electronic Numerical Integrator and Calculator), pesaba 30 toneladas y ocupaba una superficie de más de 200 m2. Utilizaba 18000 tubos al vacío.
Su existencia se debió a la necesidad de calcular las tablas de disparos de los proyectiles que implicaban una enorme cantidad de operaciones aritméticas.