En
Estados Unidos de América, los movimientos por los derechos del niño surgieron durante el
siglo XIX con el
Orphan Train (un experimento social que buscaba fomentar el transporte de niños de las grandes ciudades de este como
Nueva York y
Boston hacia el oeste, para crear casas por todo el país). En las grandes ciudades, cuando los padres de niños morían o eran extremadamente pobres, el niño se veía obligado a trabajar para mantenerse o mantener a su familia