Pistas
Ni lo puedes ver, ni vives sin él.
Doy al cielo resplandores cuando deja de llover, abanico de colores, que nunca podrás coger.
Lleva años en el mar y aún no sabe nadar.
En verano barbudo y en invierno desnudo, esto es muy duro.
Él es tío sin sobrinos, a todos calienta igual, Si no sabes de quién hablo, tras la primavera vendrá.
El cielo y la tierra se van a juntar; la ola y la nube se van a enredar, vayas donde vayas siempre lo verás, por mucho que andes nunca llegarás
Viene del cielo, del cielo viene, a unos disgusta y a otros mantiene.
En mí se mueren los ríos, y por mí los barcos van, muy breve es el nombre mío, tres letras tiene no más.
Lomos y cabeza tengo y aunque vestida no estoy, muy largas faldas mantengo.
No ves el sol, no ves la luna, y si está en el cielo no ves cosa alguna.
Vuela en el aire, pace en la tierra, se posa en los árboles, anda en la mano, se deshace en el horno y se ahoga en el agua
Nicanor tenía un barco y con él surcaba el río; ¿era este un barco pequeño o este era un gran navío? Lee despacio, Encarnación, y hallarás la solución.
Como el algodón suelo en el aire flotar, a veces otorgo lluvia y otras, sólo humedad.
No soy estación del Metro ni soy estación del tren, pero soy una estación donde mil flores se ven
Desde el día en que nací, corro y corro sin cesar: corro de noche y de día hasta llegar a la mar.
Soy una bola grandota, que gira constantemente, y que desea saber, dónde meter tanta gente. Si ya sabes quien soy yo eres muy inteligente.
Aparece por delante, por los lados, por la espalda, te descuidas un instante y te levanta la falda.