En la actualidad viven en cabañas de madera con calefacción y las comodidades necesarias, pero antes vivían en tiendas de pieles durante en verano. Cuando hay expediciones de caza, habitan iglús, casa de nieve. En sólo unas horas pueden fabricar, únicamente con hielo, una estancia amplia y cómoda cuyo interior calientan con un fuego de aceite o grasa de foca y en el que se conserva la temperatura gracias a la capacidad aislante del hielo y a que el túnel de acceso es en su parte media más bajo que el suelo del interior. En ocasiones, construyen varios comunicados con una red de túneles para que varias familias puedan vivir juntas.