A continuación se
presenta una síntesis de estas ventajas,
enunciadas por autores como Torruella i Casañas (2002), Králik (2007), Herrero (s.f., disponible en línea), Aguilar (2006), Gabriela Ríos
González (2001):
- Un mejor control del
contenido.
- Facilita el proceso de
revisión y hace compatibles diversas etapas del trabajo lexicográfico que antes
(en la edición impresa) estaban supeditadas a otras.
- Ahorro de espacio
físico.
- Varios accesos a las
informaciones (ruta alfabética, conceptual, cualquier campo de la microestructura o cualquier palabra de
una entrada); lo que implica versatilidad en la búsqueda.
- Saltos hipertextuales: recorridos de lectura
diversos.
- Saltos reticulares:
vínculos a otras obras presentes en la red.
- Multidiccionario: un diccionario puede
ser varios al mismo tiempo, gracias a las posibilidades de búsqueda que ofrece
-sinonímico, etimológico, dialectal, etc.
- Multimedia: posibilita
integrar sonidos e imágenes en movimientos.
- Interacción y
actualización: la obra lexicográfica no es acabada y permite una actualización
constante, además posibilita la interacción entre usuario-autor.
- Mayor capacidad de
almacenamiento.
- Tiende a ser un
diccionario-tesoro.