Los sapos son animales tímidos, por lo general nocturnos, que durante el día se ocultan en lugares oscuros y durante la noche se dedican a la caza de insectos, gusanos, babosas, lombrices y otros invertebrados.
El sapo común es hábil a la hora de capturar a sus presas ya que se queda totalmente inmóvil esperando a que llegue alguna presa desprevenida. Es entonces, cuando con una gran velocidad, saca su lengua protráctil y engulle al desafortunado animal.
Durante los meses fríos los sapos hibernan enterrándose en madrigueras. En primavera se aparean y las hembras ponen sus numerosos huevos en estanques en forma de cadenas gelatinosas de hasta 1,2 m de longitud. Los renacuajos son más pequeños y oscuros que los de las ranas y no se transforman en sapos terrestres hasta el siguiente otoño.