¿Para qué?
Toda narración describe situaciones de manera explicita e implícita. Mientras que las situaciones explicitas son las que se enuncian de manera literal en el texto, las implícitas deben inferirse a partir de la información que nos proporcionan. En este desafío aprenderás a deducir cual es la situación implícita de un texto.
¿Cómo?
Lee los siguientes párrafos, correspondientes a fragmentos de famosas fábulas. De cada párrafo se han salido cuatro frases; debes determinar cuál de ellas describe la situación implícita de cada texto. Subraya tu respuesta.
1
Unos sacerdotes de Cibeles tenían un asno al que cargaban con sus bultos cuando se ponían en viaje. Un día, por fatiga se murió el asno, y desollándolo, hicieron con su piel unos tambores, de los cuales se sirvieron. Habiéndoles encontrado otros sacerdotes de Cibeles, les preguntaron que dónde estaba su asno.—Muerto—les dijeron—; pero recibe más golpes ahora que los que recibió en su vida.
a
El asno ya era anciano pero su piel muy resistente.
b
Los sacerdotes de Cibeles eran buenos con los animales.
c
Los sacerdotes de Cibeles maltrataban mucho a los asnos.
d
Los tambores se hacen con pieles de animales.
2
EL JARDINERO Y EL PERRO. El perro de un jardinero había caído en un pozo. El jardinero, por salvarle, descendió también. Creyendo el perro que bajaba para hundirlo más todavía, se volvió y le mordió. El jardinero, sufriendo con la herida, volvió a salir del pozo, diciendo:—Me lo merezco; ¿Quién me llamaba para salvar?
a
El jardinero no era muy bueno con el perro desde que este pensó que bajaba a hundirlo.
b
El perro era agresivo.
c
El perro era ciego.
d
El jardinero había observado que el perro podía valerse por si mismo para salvarse.
3
DIÓGENES DE VIAJE Yendo de viaje, Diógenes el cínico llegó a la orilla de un río torrencial y se detuvo perplejo. Un hombre acostumbrado a hacer pasar a la gente el río, viéndole indeciso, se acerco a Diógenes, lo subió sobre sus hombros y lo pasó complaciente a la otra orilla. Quedó allí Diógenes, reprochándose su pobreza que le impedía pagar a su bienhechor. Y estando pensando en ello advirtió que el hombre, viendo a otro viajero que tampoco podía pasar el río, fue a buscarlo y lo transportó igualmente. Entonces Diógenes se acercó al hombre y le dijo:—No tengo que agradecerte ya tu servicio, pues veo que no lo haces por razonamiento, sino por manía.
a
El hombre que pasaba la gente por el río, tenía aspecto de demente.
b
El hombre que pasaba la gente por el río no esperaba paga alguna por su servicio.
c
Diógenes no sabía nadar.
d
Diógenes se quejaba por todo.
4
EL LABRADOR Y EL ÁGUILA Encontró un labrador un águila presa en su pozo, y, seducido por su belleza, la soltó y le dio la libertad. El águila voló hasta él y le arrebató con sus garras la cinta con que se ceñía su cabeza. Alzase el hombre para perseguirla. El águila dejó caer la cinta; la tomó el labriego, y al volver sobre sus pasos halló desplomado el muro en el lugar donde antes estaba sentado, quedando muy sorprendido.
a
El labrador era calvo, por eso usaba cintas en la cabeza.
b
El águila era astuta y agradecida.
c
Las construcciones que hacía el labrador eran inseguras.
d
Había una gran sequía por eso el águila se metió al pozo del labrador.
5
EL LABRADOR Y LA SERPIENTE Una serpiente se acercó arrastrándose a donde estaba el hijo de un labrador, y le dio una mordida mortal. Sintió el labrador un dolor terrible y, cogiendo un hacha, se puso al acecho junto al nido de la serpiente, dispuesto a matarla tan pronto como saliera. Asomó la serpiente la cabeza y el labrador abatió su hacha, pero falló el golpe, partiendo en dos a la vecina piedra. Temiendo después la venganza de la serpiente, se dispuso a reconciliarse con ella; más esta repuso: - Ni yo puedo alimentar hacia ti buenos sentimientos viendo el hachazo de la piedra, ni tú hacia mí contemplando la tumba de tu hijo.
a
Las serpientes a veces pueden hablar.
b
El hijo del labrador temía a las serpientes y no se acercaba a ellas.
c
El labrador no consideraba proteger su casa de la entrada de animales salvajes.
d
El labrador y la serpiente no van a ser amigos nunca.
6
HÉRCULES Y PLUTÓN Recibido Hércules entre los dioses y admitido a la mesa de Zeus, saludaba con mucha cortesía a cada uno de los dioses. Llegó Plutón de último, y Hércules, bajando la vista al suelo, se alejó de él. Sorprendido Zeus por su actitud, le preguntó por qué apartaba los ojos de Plutón después de haber saludado tan amablemente a todos los otros dioses. Contestó Hércules:— En los tiempos en que yo me encontraba entre los hombres, casi siempre le veía en compañía de los bribones; por eso aparto la mirada de él.
a
Hércules no saluda con hipocresía.
b
Plutón es hosco.
c
Zeus desconoce el comportamiento de Plutón.
d
Plutón se enfadó con Hércules por acusarlo ante Zeus.
7
EL ÁGUILA Y LOS GALLOS Dos gallos reñían por la preferencia de las gallinas; y al fin uno puso en fuga al otro. Resignadamente se retiró el vencido a un matorral, ocultándose allí. En cambio el vencedor orgulloso se subió a una tapia alta dándose a cantar con gran estruendo. Mas no tardó un águila en caerle y raptarlo. Desde entonces el gallo que había perdido la riña se quedó con todo el gallinero.
a
El águila lo llevo a dar un paseo para festejar su triunfo.
b
El gallo que ganó se subió a lo alto para poder ver al otro gallo y humillarlo.
c
La vanidad del gallo vencedor lo llevó a la muerte.
d
Las gallinas querían ver quién era su macho protector.
8
LAS ZORRAS A ORILLAS DEL RÍO MEANDRO Esopo Se reunieron un día las zorras a orillas del río Meandro con el fin de calmar su sed; pero el río estaba muy turbulento, y aunque se estimulaban unas a otras, ninguna se atrevía a ingresar al río de primeras. Al fin una de ellas habló, y queriendo humillar a las demás, burlándose de su cobardía, presumiendo ser ella la más valiente, se atrevió saltar al agua. Pero la fuerte corriente la arrastró al centro del río, y las compañeras, siguiéndola desde la orilla le gritaban:—¡No nos dejes hermana, vuelve y dinos cómo podremos beber agua sin peligro! Pero fue arrastrada sin remedio alguno, y tratando de ocultar su cercana muerte, contestó:—Ahora llevo un mensaje para mi madre; cuando vuelva les enseñaré cómo.
a
La zorra saltó porque era una zorra mensajera y le tocaba llevar un mensaje.
b
Las otras zorras la empujaron y luego se burlaban de ella.
c
La imprudencia y orgullo de la zorra, hicieron que se ahogara.
d
Ella quería probar que era más astuta que las otras zorras.
9
ZEUS Y LA TORTUGA Para celebrar sus bodas de plata, Zeus invitó a todos los animales. Solo faltó la tortuga. Intrigado por su ausencia, le preguntó al día siguiente:—¿Cómo solamente tú entre todos los animales no viniste a mi festín?—¡Hogar familiar, hogar ideal! ¡Ja! —respondió la tortuga. Zeus, indignado contra ella, la condenó a llevar eternamente la casa a cuestas.
a
La tortuga fue pero no se dejo ver de nadie.
b
Zeus invito a la tortuga porque era la más lenta y podía reírse de ella.
c
La tortuga no acató la invitación de Zeus.
d
Zeus y la tortuga estaban disgustados.