MOTIVACIONES DEL AUTOCONCEPTO

Necesidad de resaltar las cualidades y los aspectos positivos de uno mismo, y de mantener este tipo de valoración.

Esta motivación se ha asociado con una mayor determinación en el logro de metas, y con un uso más constructivo de las estrategias de autorregulación.

Se asocia con una mayor autoestima y niveles más altos de bienestar emocional. Las personas con alta autoestima a través de este sesgo muestran a los demás un estilo más arriesgado y ambicioso. Tienden a agrandar sus aspectos positivos y a exhibir públicamente sus logros, aunque ello les suponga el riesgo de poder ser desaprobados.

La búsqueda de esta motivación responde a la necesidad de percibir la realidad de forma coherente y predecible, y de mantener un cierto grado de seguridad sobre el posible curso de las interacciones sociales.

Su uso frecuente en lugar de generar reconocimiento puede generar respuestas de desaprobación porque los individuos que lo utilizan de forma habitual suelen quedar como arrogantes y poco creíbles. Además cuando la necesidad de esta motivación es alta y se obtienen resultados negativos, el grado de malestar emocional experimentado puede ser también mayor.

A través de esto sesgo se utilizan las comparaciones sociales: "hacia abajo", cuando las cualidades se colocan en un plano superior a donde se sitúan las cualidades de los demás, y comparación "hacia arriba", donde se comparan los atributos o circunstancias personales con otras personas que pensamos están mejor que nosotros.

Necesidad que tienen las personas de preservar el concepto que tienen de sí mismas. Para ello tienden a seleccionar y a procesar de forma selectiva aquella información que perpetúa el contenido de su autoconcepto. Y buscan el tipo de evaluación que sea congruente con la visión que tienen de sí mismas, aunque dicha evaluación sea negativa.

La búsqueda de esta motivación responde a la necesidad de percibir la realidad de forma coherente y predecible, y de mantener un cierto grado de seguridad sobre el posible curso de las interacciones sociales.

Necesidad de resaltar las cualidades y los aspectos positivos de uno mismo, y de mantener este tipo de valoración.

Está estrechamente relacionada con el tipo de autoconcepto que tenga el individuo, cuando es positivo, buscará información que confirme sus creencias positivas, cuando es negativa, elegirá información desafavorable que confirme sus creencias. Las personas con un autoconcepto negativo cuando reciben feedback negativo lo consideran aceptable y más descriptivo de sí mismas que el feedback positivo, aunque esa información hace que se sientan mal consigo mismas. Sin embargo, si el feedback es positivo siendo aun incongruente con su autoconcepto, hace que se sientan mejor.

Una consecuencia de esta motivación es la distorsión que puede hacerse de la información que resulte inconsistente con los aspectos más claros del autoconcepto, para poder integrarla mejor en él, en tal caso la persona también puede mostrar resistencia a la información externa y mantener estable su autoconcepto.

Una reformulación de esta necesidad se denomina motivación de autoverificación, la cual enfátiza en buscar la confirmación de contenidos cognitivos y afectivos del autoconcepto que estén sólida y claramente definidos. Esta motivación actúa cuando se recibe una información relevante para el autoconcepto y se contrasta con las creencias que se tienen, si son confirmadas incrementa la seguridad y si son desconfirmadas puede aparecer un estado de temor y la persona puede llegar a pensar que no se conoce a sí misma.